jueves, 27 de octubre de 2011

LA VIEJA HISTORIA DE UN CAMINANTE

Con Cris vamos a reestrenar una obra de títeres donde
Humberto nos había prestado un cuento donde
Dios le hace una entrevista a  Isidoro.
Isidoro Passini se llamaba, se llama el personaje. Un incendio
había llenado de hollín su rostro, que Cris salvó con témpera.
Le dio más luz a los ojos, y ahora
que estaba dispuesto a salir a escena, el cuento de Humberto
no aparecía. (Ni el cuento ni Humberto,
el exiliado, el que contaba los días de su exilio en México,
el perseguido, el maltratado Humberto, el que creía)
Lo buscamos en nuestra biblioteca y no estaba: lo
pedimos en diversas bibliotecas, y nada. Lo
habíamos perdido. No a Humberto Costantitni, no, sino
al cuento de Humberto, que es otra cosa, pero
no  otra cosa tan distinta a lo que él era
aunque ni Cris ni yo lo conocimos, pero
¿no lo conocimos o lo conocimos bien cuando
había un sentimiento, un temblor, un
entrecruzamiento de puertas que se abren, de puertas
que se cierran, de fantasmas
que pasan de un lado para el otro cuando
Isidoro abría (abre) la puerta, cuando
Isidoro alza la horca que nunca lo ahorcará
sino al pájaro que lo va a hacer volar
no a un suicidio inexcusable sino
a  un alado balcón que desde entonces.

En la entrevista, Dios le pregunta acerca
se determinados tiempos de Isidoro;
él, reptante humano, le habla de sus éxitos.
Pero Dios estaba interesado en determinados puntos
“fundamentales”  como: el color de los ojos de cierta muchacha,
el nombre, la forma del árbol en que se apoyaba Fernando,
la forma de cierto asiento de la plaza. Isidoro
insistía en declarar sus grandes hechos heroicos;
Dios, en las pequeñeces, en los inevitables olvidos.
¿Qué había que hacer, nos propone Humberto o Dios?
Unirlos.

No encontramos el libro. No se reeditó. Lo hemos perdido.
Hay un olvido que es mayor que la palabra oscuro.
¿”Una vieja historia de caminantes” será uno de los puntos
fundamentales en que Dios fundamenta su amor? Si alguien
Encuentra el libro, por favor, devuélvalo a cualquiera.
Porque es de todos. Si  alguien encuentra el libro,
recuerde el color de la tapa. Marrón dice Cris, yo había visto negro.
Negro casi marrón, creo.

sábado, 8 de octubre de 2011

Del libro inédito "¿Sirve mi poesía?"

IX
               a Víctor Jara

sí sirve
sirve sí
pero no sirve
no te sirve el té
no pasa el trapo
no friega quete refriega
esas son tareas que bien podrías

la poesía sirve pero
no ha ganado ninguna guerra
aunque las ha ganado

la poesía sirve pero
cuando ella quiere y hace
lo que menos te esperabas

querías que cambie un gobierno
y allá va ella a enamorar lo que estaba desamorado

querías que convenza a la clase obrera
y allá fueron ellas a meterse con una canción de rockanroll

querías y ella fue donde menos lo esperabas
no querías que moralice y moralizó
no querías que dé enseñanzas
y qué iba a hacer la pobre

le dieron estatutos normas reglas
no sirvió de nada

la pusieron presa junto a poetas
le cortaron las manos
y se fue volando
inatrapable
dejó las cuerdas
de la madera dejó la umbría
concavidad de la guitarra
la oscuridad infinita de su cuerpo/sucuerdidad
suclavijera

y salió volando

las armas no la alcanzan


presentación

"Azucenas libres" es el título de una canción compuesta por mi hermano Carlos María, guitarrista, docente y cantante, que fue realizada en homenaje a Las Madres, en recuerdo de Azucena Villaflor, madre fundadora desaparecida. En ella, a todas las "viejas" del mundo.
Nací en 1956  y una narración de mi infancia (prehistoria del metal y la madera) puede leerse en larosainvisible.blogspot.com
Obras sin editar: "Los poemas del joven Hagot" (poesía), "El hombre que quería dibujar su cangrejo" (novela), "La otra luna" (teatro, sin estrenar) entre otras.
¡Buena salud!

viernes, 30 de septiembre de 2011

CALESITOSOFÍA



                                        a don Luis Rodríguez, 75 años de calesitero


 Hay quienes no cambian calesita
por esos gigantes
que tapan el cielo.

Prefieren el cielo. Prefieren
Caballos girando en el espacio.
Prefieren jinetes eternos.

Quien crea que la calesita
Vuelve siempre al mismo lugar
Está equivocado. La calesita

Gira hacia el niño y se interna
En las llanuras misteriosas
De su alma.

Los calesiteros le dan la sortija
A ojos que claman: “¡Ojalá
Yo la tuviera!”.

Cuando termina el día,
Los calesiteros no van a su casa
Ni duermen humanamente, no.

Cuando termina el día
Los calesiteros van al cielo
En caballito.


DECLARACIÓN DEL NÓMADE



En un lugar o país, una epidemia
demográfica
ha causado grandes daños y estragos.
Entre ellos me hallo yo.
Expelido con mi valija, un diario,
y algunas promesas.

Yo resido en un lugar o país
que pasa por el mapa de tu sonrisa,
país.

Pero siempre soy un extranjero.
La epidemia aún no ha concluidoa
y
aplastado de incineraciones diversas
te camino sin moverme del mismo lugar
en que te amé y te conocí.

Yo resido en un lugar o país
en calidad de extranjero
y aunque no tengo país lo tengo
y aunque piso este país no lo piso
porque siemprevivo
en la coraza cristalina de tu pecho
que está y no está. Es una nube
donde siempre vuelven a abrirse
aquellas flores.